Martiño Rivas: "El Dépor me hizo sacarme muchos complejos a lo largo de mi vida"

A Coruña

Martiño Rivas ha vuelto a hacer gala de su deportivismo en la televisión española. Si hace unas semanas, aparecía en El Hormiguero con una camiseta del Dépor (algo que le valió una reprimenda por parte de sus agentes), ahora ha sido en el programa Martínez y Hermanos, presentado por Dani Martínez en Cero de Movistar Plus. En una entrevista conjunta con Goyo Jiménez y Kira Miró, el presentador Dani Martínez, le recordó su deportivismo a Martiño con una foto de niño del actor coruñés en el banquillo del Deportivo. Martiño pronto reconoció la fotografía y añadió a sus acompañantes, José Ramón, Julio Salinas, Claudio Barragán y Alfredo Santaelena.

Martiño relacionaba el deportivismo con su infancia y comentaba que "la patria de uno es la infancia y para mí gran parte de mí infancia está ligada al Dépor, porque me hizo sacarme muchos complejos a lo largo de mi vida, nos permitió soñar, no mirar hacia arriba al relacionarnos con otra gente de, por ejemplo, el centro de la península, que siempre hay esos complejos en Galicia y el Dépor nos enseñó que podíamos mirar cara a cara a cualquiera y podíamos ir al cuerpo a cuerpo con cualquier equipo de España".

¿Cómo se consiguió esta foto?

De una forma muy simple, "por enchufe, nepotismo puro" así confesó Martiño Rivas que se sentó en el banquillo de Riazor con sus ídolos gracias a un fotoperiodista amigo de su padre, el escritor Manuel Rivas.

Apoyo de Lucas Pérez

Esta introducción de deportivismo, llevaba a un juego, una tanda de penaltis, recordando el penalti de Djukic, en el que Martiño tenía 7 años y estaba en el estadio. Todavía recuerda su camino llorando a casa. En el programa le propusieron la revancha y le dieron unas claves para la tanda de penaltis, en la que Martiño sumó un apoyo de la plantilla actual del Deportivo. Lucas Pérez no dudó en colaborar con Martiño y Dani y envío un vídeo de apoyo desde Abegondo, agradeciendo a Martiño sus demostraciones de Deportivismo e invitándolo a disfrutar de un partido en Riazor.

Martiño relacionó a Lucas, con el Súper Dépor, ese sentimiento, saber dónde vivía cada jugador, jugadores descartes e inclusó contó entre risas la anécdota del 'engaño' a Bebeto, vendiéndole Riazor, como un pequeño Copacabana.